El Acueducto

Esta impresionante obra de ingeniería romana, se construyó para hacer llegar el agua desde la Sierra de Guadarrama, hasta el asentamiento que seguramente tuvieron los romanos dentro del actual recinto amurallado de Segovia, que probablemente llegaría hasta el Alcázar.

El Acueducto es, prácticamente, el único vestigio de la estancia de los romanos en la ciudad.

 

Ingeniería hidráulica

El agua procedente de la sierra, fluye a través de un canal al aire libre aprovechando la pendiente natural de las montañas. Una vez que este canal se adentra en la ciudad, el escarpado terreno hace que se deba construir una estructura de arcos y pilares que sostengan ese canal manteniendo la pendiente para que el agua corra sobre ella. En la visita guiada se verá la parte más alta del monumento, se explicará cómo se ha construido y se podrá observar por dónde entra el Acueducto a través de la muralla hacia el centro histórico de Segovia, donde el agua continuaba canalizado hacia la parte alta de la ciudad.


 

 

Según la leyenda…

Esta leyenda relata que una joven que trabajaba como aguadora en una casa en lo alto de la ciudad, harta de arrastrar el cántaro por las empinadas calles, aceptó un trato con el diablo: éste dispondría del alma de la muchacha si, antes de que cantara el gallo, el agua llegaba hasta la puerta de la casa.

Consciente después de su culpa, la joven rezó toda la noche para evitar el presagio. Mientras, una tormenta se había desatado y el demonio trabajaba a destajo. De pronto, el gallo cantó y el demonio lanzó un alarido espeluznante: por una sola piedra sin colocar había perdido el alma de la joven. La muchacha confesó su culpa ante los segovianos que, tras rociar con agua bendita los arcos para eliminar el rastro de azufre, aceptaron felices el nuevo perfil de la ciudad.

El recuerdo de aquello se quedó para siempre en el monumento. Todavía hoy se pueden ver las marcas de las uñas del diablo en las piedras del Acueducto…

 

17 kilómetros de conducción

El Acueducto nace en el Arroyo de la Acebeda, a diecisiete kilómetros del centro de Segovia. El recorrido del agua se hace desde allí por canalizaciones a ras de suelo. A medida que el canal entra en la ciudad, recorrerá 728 metros elevado sobre arcos. El agua pasará por dos desarenadores o decantadores que eliminarán tierra del agua (uno en la imagen) para posteriormente canalizarse por debajo de la ciudad hasta llegar al lugar en el que hoy encontramos el Alcázar.

 


 

Rómulo y Remo

Una réplica de la famosa escultura en la que una loba amamanta a los fundadores de Roma, Rómulo y Remo, descansa a la sombra de los arcos del Acueducto desde 1974, año en el que la capital italiana la ofreció al Ayuntamiento de Segovia para conmemorar los dos mil años de la construcción del monumento. Esta onomástica es más simbólica que real, ya que no se sabe la fecha en la que se construyó el monumento.

Hasta hace poco se afirmaba que la escultura original era de origen etrusco (anterior a la civilización romana), pero recientes investigaciones han determinado que su origen es medieval. Aun así, el valor simbólico y alegórico seguirá intacto.

 

Lo que no se sabe

No se sabe quién lo mandó construir: Se desconoce la fecha de su levantamiento. Se sitúa entre finales del Siglo I y principios del Siglo II. Tal vez durante el mandato de Domiciano o de su sucesor Trajano (nombre que, supuestamente, aparece en el sotabanco).

 

Vista de satélite


Datos de interés:

  • Año de construcción: Entre finales del Siglo I y principios del Siglo II D.C.
  • Recorrido: 17 km
  • Máxima altura: 28,10 metros (plaza del Azoguejo)
  • Longitud de la estructura de arcos: 728 metros
  • Arcos: 166
  • Columnas o pilares: 120
  • Materiales: 20.400 sillares de granito